¡Dragones para los gigantes del oceano!

Briefing: 

El primer briefing de nuestro cliente fue breve pero urgente: Había que colocar un inmenso dragón de unos 60m de largo a cada lado del barco. También había que colocar 6 grandes banderas a ambos lados de la popa del barco. Todo un reto, sobre todo sabiendo que el plazo era (de nuevo, cómo no) muy corto y encima el barco estaba anclado en el astillero del puerto de Dalian, en el norte de China.

Proyecto:

Cada uno de los 14 buques que navegan bajo pabellón de Ineos (Ineos arrienda el buque mediante, un contrato de fletamento con Evergas) que va siempre equipado con un dragón personalizado, así que este nuevo gasero ultramoderno del Tipo-C 85K VLEC, al que se dio el nombre de JS INEOS MARLIN, ¡no debía quedarse atrás!
Los dragones del Rey del Mar del Este tuvieron que aplicarse sobre la base de acero del buque, que además tenía una pendiente de unos 45°, ¡por lo que hubo que utilizar los arneses de escalada, cuerdas, cascos, etc. necesarios!
No sólo la pendiente, sino también las condiciones meteorológicas durante la aplicación de las pegatinas supusieron un reto para el equipo de 6 miembros de X-Treme. En el momento de la aplicación, la temperatura coqueteaba a diario con el punto de congelación, había una humedad muy alta y a menudo había mucha niebla en el puerto de Dailan.
No es ninguna sinecura ofrecer un buen resultado bajo presión de tiempo.
La logística también es un reto en China, pero la experiencia y el entusiasmo del equipo garantizaron un avance sin contratiempos y unos resultados excelentes, casi le diría que perfectos.

Tras este primer mastodonte, Evergas inició la renovación completa de su flota de 8 gaseros más pequeños (aún de 180 m de eslora). Los buques, de 5 años de antigüedad, recibieron un mantenimiento técnico completo, una pintura totalmente nueva y, por supuesto, un nuevo dragón.
Este mantenimiento se realiza en dique seco, pero debido al complicado calendario del primer buque de esta serie, el equipo tuvo que trabajar fondeado en Skagen, el punto más septentrional de Dinamarca. Trabajar en un barco en alta mar, incluso colgado del casco, fue una experiencia diferente pero interesante.
Hacer el mismo trabajo en distintas estaciones conlleva grandes cambios en las condiciones de trabajo, que van de muy cómodas a extremas. Esto exige adaptaciones y flexibilidad, pero por suerte eso es exactamente en lo que destaca el equipo.